Federico
García Lorca en Radio Stentor.
Buenos Aires, 1934
Entre 1933 y 1934 Federico García Lorca
vivió unos seis meses en Argentina, durante los cuales ofrece numerosas
conferencias, algunas de ellas grabadas en la radio, y asiste a exitosas
representaciones de Mariana Pineda, Bodas de sangre y La
zapatera prodigiosa. Aquí es precisamente donde habría que buscar un
documento sonoro con la voz del poeta granadino, una grabación de cuya
existencia no hay constancia segura. Lorca nunca logró grabar en el Museo de la
Voz y sus intervenciones en Radio Nacional formaron parte de unos fondos que
fueron destruidos durante la Guerra Civil. En principio no parece existir
rastro de grabación alguna con la voz del poeta granadino, al menos dentro de
nuestras fronteras. Fuera de ellas era notorio que Lorca había dejado su voz
grabada en numerosas ocasiones, pero la búsqueda de estos archivos es un proceso
tan largo y tedioso que nadie parece dispuesto a encontrar la aguja en el
pajar.
En el año 2002 el periodista Juan Tapia
encontró en Argentina dos grabaciones con la supuesta voz de García Lorca. A
partir de un pequeño artículo publicado en Argentina en 1998 en el que se
hablaba de un documento sonoro con la voz del poeta Juan Tapia inició una
investigación que le puso en contacto con Roberto di Chiara, el propietario del
archivo sonoro más importante de todo el país. Entre centenares de cintas Tapia
inició la búsqueda, hasta que al fin dio con una cinta que tenía la leyenda
«Con ustedes el poeta español Federico García Lorca». Aunque Chiara sabía que
Lorca era un poeta español no era consciente de la magnitud del hallazgo. Al
final el sorprendente descubrimiento quedó en agua de borrajas.
En una de las cintas, que dura entre 20 y
27 minutos, Lorca hace unas declaraciones para la emisora LR4 Radio Splendid,
en las que pueden escucharse las siguientes palabras: «Nadie sabe ni se imagina
la emoción simple y profunda que rodea mi corazón como una corona de flores
invisibles, al saber que en estos instantes mi voz se está oyendo en América y
que, sobre todo, está vibrando en Buenos Aires enredada en el gran altavoz del
bar o disminuida en la pequeña radio que tienen en su cuarto de estudiante o la
muchachita que hace escalas en su piano. ¡Salud, amigos!». En la otra
grabación, para Radio Prieto, el poeta habla durante unos cuatro minutos sobre
las corridas de toros. Ambas grabaciones permanecían en un penoso estado de
conservación, y necesitaban pasar por un costoso proceso de limpieza y
restauración antes de salir a la luz.
En ese mismo año el propietario de estas
grabaciones, Roberto di Chiara, se puso en contacto con la Fundación Federico García
Lorca para negociar una posible venta, pero Manuel Fernández Montesinos,
director de la fundación y sobrino del poeta, afirmó que después de un primer
contacto Chiara no mostró mayor interés. La versión de Fernández Montesinos
contrasta con la de Tapia, que ha manifestado en numerosas ocasiones la
oposición de la familia de García Lorca a sus investigaciones, que también se
opone a la exhumación del cadáver del poeta. Incluso Chiara informó a Tapia de
que la familia Lorca le había amenazado con emprender acciones legales si se
publicaba el documento sonoro.
En el proceso de autentificación de las
cintas es necesario que alguien que conociera a Lorca verifique que se trata
realmente de la voz del poeta granadino. Aunque no es imposible encontrar a
alguien que recuerde la voz de Lorca ─el propio Pepín Bello, por ejemplo─ cada
vez es más difícil, lo que dificulta las investigaciones. Por otra parte,
ninguna institución se ha ofrecido a financiar la restauración de las cintas,
sin lo cual jamás podrán salir a la luz, y la voz de Lorca permanecerá oculta,
convertida en un episodio más de los muchos misterios que rodean la figura del
gran poeta universal.
Por lo demás, hace algunos días un amigo
me pasó un enlace a una página turística de Buenos Aires
en la que el actor Víctor Laplace describe algunos de los hitos arquitectónicos
y culturales más destacables de la ciudad, descripciones que adereza con
grabaciones de escritores como Borges o Unamuno. Entre estos archivos figuran
dos grabaciones en las que se puede escuchar la supuesta voz de Lorca recitando
su poema «Despedida» y un fragmento de Bodas de sangre. Todo
parece encajar, porque efectivamente Lorca residió en la habitación 704 del
Castelar Hotel y efectivamente grabó su voz para la radio Stentor, pero la voz
que aparece en estos archivos tiene un parecido más que sospechoso con la voz de Rafael Alberti. Tanto es así que es
evidente que se trata de una falsa pista, lo cual es indicativo de la falta de
profesionalidad de la página y de Víctor Laplace.
En fin, habrá que esperar a ver cómo se
desarrollan las investigaciones de Tapia, que hace unos meses impartió una
ponencia titulada «Tras la voz de Lorca» en los XII cursos internacionales de
otoño de la Universidad de Cádiz, lo que demuestra que no se rinde ni mucho
menos.
http://santino.blogia.com/2008/enero.php